Era un tiempo muy lejano, yo no hacia nada mas que estar obsesionado, no hacia más que mirar para arriba, sin darme cuenta que tropezaba y tropezaba. Tropeze tantas veces que perdí las piernas, y ahí aprendí a mirar el camino. Cuando logre verlo me di cuenta que tenia ayuda de miles de rutas, tenia carteles por todos lados, que guiaban mi camino, que me ayudan a encontrar día a día mi destino. No puedo entender como fui tan terco, pero hoy aprendí que si miras para adelante elijas el camino que elijas va a ser el correcto. Nadie sabe que va a pasar mañana, pero no hay que vivir con miedo.
En un momento me detuve a mirar hacia atrás, para ver el camino que había recorrido, y observe a mis costados para contemplar lo que no veía. Y la verdad es que estoy mas contento todavía. Y te veo ahí, a mi costado, contento de que HOY no estés en mi camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario